martes, 25 de mayo de 2010

UN TÉ Y UNA PELÍCULA. CAFÉ PARA LOS EXIGENTES

Amig@s, he dispuesto la mesa junto a la chimenea, tengo preparadas unas pastas, café y té de frambuesas, espero que sea todo de vuestro agrado.
Vuelve a refrescar, los eucalíptos esta tarde se agitan más de lo normal para esta época y Matilda anda agarrándose a todo pasto viviente para mantener el equilibrio. Es una lagartija adorable, hoy muy de mañana ha salido con unos pajarillos a los que llama Pitorrito y Culiculá y ha regresado con esas flores que a mí me parecen preciosas. Gracias Matilda.


He pensado que tal vez os apetecería pasar la tarde conmigo viendo una película y tomando algo, charlando y viendo bailar a los árboles desde la ventana.
He arreglado todo para que la tarde sea inolvidable; el fantasma estrena sábana nueva para asustarnos como Dios manda, Zanobbi trajo tabaco Excélsior para quien guste, tengo mermelada de naranja amarga y licores exóticos y he comprado espliego para aromatizar la estancia. Todo preparado para disfrutar viendo la película TENER Y NO TENER, en cuyo rodaje, en 1944, se conocieron Lauren Bacall y Humphrey Bogart. Otra producción del magnífico Howard Hawks.
Os dejo la parte más famosa de la película que además marcó a la pareja. El silbato del que se habla tiene una historia preciosa, Bacall, se lo puso a él cuando murió, de modo que se lo llevó al más allá desde donde no sabemos si estará sonando buscando la atención de la mujer a la que amó.


Venga, sentaos ya que comienza. ¿Un terrón de azúcar o dos?.



¡OLVIDABA LOS CIGARRILLOS! Los trajo Zanobbi, porque aquí en esta casa, las prohibiciones, están prohibidas. Besos


7 comentarios:

  1. Chiquilla esta casa empieza a ser mucho mejor que otra de un apreciado caballero, porque el ego aquí lo podemos dejar en el perchero, no hay catedráticos pijos progres CEAC merodeando y jugando siempre a la contra, que te vengan a increpar cuando les pica no se qué, cuando su churri les ha dejado por el cartero o el de turno, o cuando se les da por perdonar la vida al que no comulga con sus piedras de molino y la consigna de Ferraz del día
    Y si encima se ve buen cine, hay pastas para subir el colesterol y hay té que a mi me gusta frío con limón y dos de azúcar, aunque si no te importa me he permitido traerme mi taza de I Love NY (es que me pasa como aquel presentador, soy un poco maniático con lo de la taza, los pocillos son algo mariconeros para mi gusto, espero que no te moleste el atrevimiento). Chica como en casa, más no se puede pedir. Gracias cielo, tú si que sabes montar un buen lugar y un buen ambiente. Besos

    West/Ricardo

    ResponderEliminar
  2. Eva, esta es la que nos gusta, jajajaja, y sólo hay que silbar.
    Está visto ya no hay cine como el de hace tiempo, salvo escasas excepciones.
    Por cierto hace tiempo que no te leo Eva, espero y deseo que todo ande bien en tu lado del planeta, y que la horchata del paseo marítimo siga siendo la más deliciosa de todas las imaginables
    Besos también para vos


    Ricardo/West

    ResponderEliminar
  3. West, parece que todos estamos un poco cansados de la otra casa, ¿verdad? No ya tanto por el caballero que la habita, sino por los mediocres oportunistas que aprovechan para imponer su verdad a diestro y sinietro.
    Aquí cabemos todos, fumadores, no fumadores y medio pensionistas. Hay cine bueno y licores y té frío para tomar en el jardín en tu taza de NY, buena compañía, buena conversación y atardeceres cálidos.
    ¡Se admite lo de pocillos mariconeros! JaJajajajaja, me he reído muchísimo con eso... jajajajaja.
    Voy a decir a Eva que traiga horchata para la próxima peli que será... esta misma tarde.

    Besos.
    Pepita.

    ResponderEliminar
  4. Westttttttttttt, que alegria!!!!

    Sabia que me encontrarias, jejejejej, ya sabes, un silbato nos une y hacia ya algunas noches que te oia silbar, jajajja.

    Estoy en la hora de desayuno del trabajo, me ha dicho "la jefa" de esta casa tan acogedora que me habias dejado un saludito y aqui estoy, rauda y veloz a contestarte.

    Ya hablamos más despacio.
    Un abrazo, west, y un besito, que hoy te lo has ganado(muaaac).

    eva

    ResponderEliminar
  5. Evaaa, por favor, trae horchata para esta tarde, tenemos sesión doble.
    Besitos a los dos.
    Pepita

    ResponderEliminar
  6. A pesar de los mediocres oportunistas, lametraserillos e izquierdistas hiperlegitimados de sí mismos dispuestos a perdonarnos la vida y a bombardearnos con la consigna del día y con sus dogmas de catedrático CEAC desde cátedras que no consiguieron aprobar por oposición y mérito, es importante que admitiéndonos el amigo anfitrión, no tengamos que irnos descorazonados por algún/-a invitado/-a pelma o simplemente impresentable. Si acaso que se vayan los que siempre piensan que son otros los que sobran, nunca ellos/-as, y mejor si lo hacen convencidos de su propio aburrimiento o si reparan en el que ocasionan a los demás tras un momento, aunque breve, de plena lucidez y autocrítica.
    Eso sí chiquilla, tu casa tiene más encanto, será porque efectivamente es encantada o será porque aquí no hace falta armadura para entrar en cualquiera de sus habitaciones. Con entrar y disfrutar de la compañía deliciosa de su amabilísima antitriona, de su buen gusto incluso para las cortinas del salón de té y de las invitadas o invitados que aquí se citan, no hace falta nada más.

    Besos Pepita y besos para nuestra querida amiga de mantel y manta, que ayer me hizo trasnochar, eso sí, muy a gusto y encantado de la vida, porque además de esa gracia y belleza que demuestra cuando taconea por la biblioteca con esa minifalda que nunca se decide a poner, pero tan bien le tiene que sentar, es una chica estupenda, de esas que como tú, siempre valen París y más de una misa, incluso la vida entera.

    Besos a miles, incluso a quemarropa

    Ricardo / West

    ResponderEliminar
  7. West, nadie expresa mejor que tú el sentimiento que a veces provoca algún que otro inquilino de de casa donde un día nos presentaron. Sí, tienes razón, que se marchen los que se consideran imprescindibles ombligos de mundo y nos dejen tranquilos con nuestras charlas de mantel y minifalda. Que se marchen y cierren la puerta.
    En esta nuestra casa no hay armas tras las cortinas, ni saetas envenenadas, el pase de entrada es la sonrisa sincera del corazón que la porta.
    Trasnochadores de risas y estrellas, bienvenidos a cada rincón de la casa encantada. Eva, por favor, colócate la minifalda y haz los honores.
    West, me llegaron tus besos, se estrellaron en mi ropa y me levantaron con fuerza de mil corazones. GRACIAS.
    Besos a todos los que cada día dais vida a esta aventura.
    Pepita

    ResponderEliminar

Diviértete en Casa Encantada y déjame tu comentario. Aquí hay un sitio para ti, quédate.