Besos esperando un hogar. Besos esperando, acumulados en el corazón y que mueren día a día caducados de tiempo. Te abrazaría, escúchame, de verdad te
abrazaría, pero hay demasiados besos muertos entre nosotros, flores
artificiales que crecen en un jardín sin gloria.
No me busques si traes cenizas en los ojos, no si no es para
darme los besos que me debes y escondes tras la sonrisa. Libérame de ella, no hago sino morir cada vez
que la abres a ojos anónimos que, como no saben, no sufren. Eres hermoso, todo
tú desde los besos a las sonrisas, pero no es de buen gusto decirlo; educación frente a todo.
Mágicos ojos engalanados de humo que depositan su parpadeo
en mi vida. Te abrazaría, escúchame, de verdad te abrazaría si no hubiera tantos
besos esperando un destino en la fragilidad
de nuestra realidad. Besos que rezan en
latín y pecan a la luz de la luna menguante, besos de cartón bajo espadañas
coronadas de cigüeñas, besos de lápiz rojo que deja marcas en tus labios. Los
besos que me debes son los que ya llevas y esta noche no es posible rescatarlos
sin la necesidad imperiosa de tu abrazo. Vuelve y libérame.
Pepa Gómez.
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