
Vuelve a refrescar, los eucalíptos esta tarde se agitan más de lo normal para esta época y Matilda anda agarrándose a todo pasto viviente para mantener el equilibrio. Es una lagartija adorable, hoy muy de mañana ha salido con unos pajarillos a los que llama Pitorrito y Culiculá y ha regresado con esas flores que a mí me parecen preciosas. Gracias Matilda.
He pensado que tal vez os apetecería pasar la tarde conmigo viendo una película y tomando algo, charlando y viendo bailar a los árboles desde la ventana.
He arreglado todo para que la tarde sea inolvidable; el fantasma estrena sábana nueva para asustarnos como Dios manda, Zanobbi trajo tabaco Excélsior para quien guste, tengo mermelada de naranja amarga y licores exóticos y he comprado espliego para aromatizar la estancia. Todo preparado para disfrutar viendo la película TENER Y NO TENER, en cuyo rodaje, en 1944, se conocieron Lauren Bacall y Humphrey Bogart. Otra producción del magnífico Howard Hawks.
Os dejo la parte más famosa de la película que además marcó a la pareja. El silbato del que se habla tiene una historia preciosa, Bacall, se lo puso a él cuando murió, de modo que se lo llevó al más allá desde donde no sabemos si estará sonando buscando la atención de la mujer a la que amó.
Venga, sentaos ya que comienza. ¿Un terrón de azúcar o dos?.
¡OLVIDABA LOS CIGARRILLOS! Los trajo Zanobbi, porque aquí en esta casa, las prohibiciones, están prohibidas. Besos