El 26 de abril volví al colegio, al mío, al San José de Calasanz, gracias a las ocurrencias de mi amigo Alberto Díaz-Villaseñor, genial escritor y mejor persona, que con motivo del Día del Libro propuso leer mis cuentos en una de sus aulas.
Ese día escribí:
He vuelto 33 años después a subir esas escaleras que tantas veces me llevaron a mi clase, a esa misma que la casualidad ha querido que hoy volviera a pisar. El olor inconfundible a infancia y gomas de borrar, el mismo paisaje desde la ventana,la pizarra con la fecha, el sonido, la luz... Podía cerrar los ojos y ver a mis compañeros y a don Antonio dando su clase de Ciencias Naturales.
Y con esa emoción, les he contado a los peques que hay un lugar en nuestro pueblo en el que viven personajes tan fantásticos como Pirú, la lagartija Matilda o doña Sinforosa, se llama Casa Encantada y está llena de magia.
Ha sido maravilloso comprobar cómo las nuevas tecnologías no pueden borrar la inocencia. Un pequeño ratón que habla y corre aventuras, deja con la boca abierta a unos niños que aún guardan en su interior el tesoro más preciado: la infancia.
Gracias, Alberto, por leer el capítulo de "Los Cuentos de doña Sinforosa" de esa manera tan especial y divertida, arrancando carcajadas a los peques..., y a mí. Siempre aprendo algo contigo, siempre, es un privilegio tenerte como amigo. Gracias, gracias, gracias, por el regalo de hoy.
Y gracias a Gema, la seño de 3º, tan amable, generosa y divertida por permitir que haya pasado una mañana absolutamente feliz.
Me han regalado un precioso marcapáginas que pienso guardar como si fuera oro, ese del que están hechos los corazones infantiles.
Feliz, no puedo decir más. Bueno sí: ¡CONTAD CONMIGO! y Bienvenidos a Casa Encantada.
Que bonita experiencia Pepa!!!!!
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