domingo, 28 de abril de 2024

LA PAZ

Sabes que envejeces cuando las ilusiones se quedan dobladas en un cajón, escondidas en la ruina de los años, en pertinaz olvido. 

Las ambiciones, los viajes, el valor, las esperanzas... naufragan en el pasado, acosados por la vida que  huele a jaculatoria.

Y todo esto es un consuelo, una garantía de paz para el alma. Y en las  noches de silencio y piadosa soledad, la pluma se desangra en el papel letra a letra, como el acero se hunde en la carne del enemigo. Deja un reguero de serenidad que encontrarán los ojos con ansias de lectura. 

Mustia la juventud, el corazón descansa, expia sus antojos mientras las alas del tiempo cierran puertas y ventanas. Y queda la tinta en estas manos débiles,  acostumbradas ya a que la inspiración huya entre los dedos. Rendidas, mudas, pero tranquilas.

No hay más, la locura ha trascendido, mi espíritu está libre de sueños y dentro del alma, el reposo levanta torres donde anida la paz.